En la apertura de Morirás aquí esta noche que es la traducción de You Will dic here tonight (YWDHT), mi súper policía inspirada en Resident Evil resolvió un confuso acertijo basado en un libro y se aventuró en un laboratorio subterráneo secreto, donde luego se encontró con un monólogo de su aliado convertido en enemigo. Para mi sorpresa, este gran villano parecido a Albert Wesker mató a tiros a mi personaje, todo en los primeros 15 minutos. Fue como comenzar un juego de Resident Evil en la escena final y luego tener un final oscuro donde los villanos prevalecen.
Con un toque de metacomentario sobre el género, esta introducción poco convencional fue un comienzo intrigante, pero también disfruté mucho la última parte del juego, ya que a partir de entonces el juego atravesó tropos de terror demasiado comunes sin subvertirlos ni mejorarlos inteligentemente nunca más.
En You Will Die Here Tonight, acertadamente titulado, Resident Evil es el modelo para un juego isométrico de terror de supervivencia de dos a cuatro horas de duración con un toque de progresión roguelite.
Esa divertida introducción que detallé habría sido una buena pista de la historia para continuar, ya que el gran mal que parece prevalecer descubre rápidamente que hay otra mano invisible, más poderosa que la suya, que está moviendo los hilos.
Pero, extrañamente, el juego abandona esta pretensión a favor de un sistema roguelite en el que, cuando un personaje muere, asumes el papel de otro miembro de ARIES (la división de policías legalmente distinta y totalmente no STARS) manteniendo todos los elementos de la historia con el mismo nombre. oportunidad de recuperar otros restos si puedes encontrar el cuerpo de tu predecesor.
La disonancia entre esa escena inicial llena de historia y lo que sigue termina sintiéndose como dos juegos diferentes que de alguna manera llegaron a la versión final. Cada personaje juega igual pero ofrece diferentes líneas de texto, algunas parecen bastante serias y otras ofrecen bromas molestas que no llegarían a las mesas del almuerzo de algunas escuelas secundarias.
El entorno tipo mansión con laboratorios secretos, una mazmorra de tortura y algunas oficinas y bibliotecas de alto nivel es muy parecido al escenario de la serie fundamental de Capcom, y la forma indirecta en que navegas por este espacio: resolviendo complicados acertijos y reuniendo varios elementos. para abrir puertas y recolectar nuevas armas, todo está destinado a transportarte a finales de los 90, cuando juegos como este eran más frecuentes.
El problema, sin embargo, es que el género ha mejorado desde entonces y YWDHT se siente como una reversión a algo peor. Algunos de los acertijos y encuentros parecen francamente injustos, como si el nombre del juego fuera una promesa más que una amenaza.
Una vez, tuve que escapar de una roca que cargaba, pero la velocidad de carrera del personaje y la esquina más cercana para agacharme parecían significar que estaba destinado a morir inevitablemente, y lo hice, lo que permitió que mi siguiente personaje pasara por donde originalmente estaba la masa de roca. se sentó. Otras veces, los acertijos podían encontrar el equilibrio adecuado entre obtuso y satisfactorio, pero nunca con la suficiente frecuencia.
Aunque el juego utiliza un ángulo isométrico la mayor parte del tiempo, cambia a primera persona para el combate, lo cual es una buena idea pero termina siendo bastante aburrido en su ejecución.
Rodeado de múltiples zombis de apariencia sencilla, los disparos a la cabeza siempre fueron muy fáciles de realizar. Conservar munición y cambiar a mi cuchillo fue una buena elección cuando me enfrentaba a pocos enemigos, pero las imágenes hacían difícil medir la distancia entre un zombie y yo, lo que me llevó a cortar el aire con frecuencia una y otra vez hasta que un zombie arrastró los pies hacia el puntiagudo fin.
La única vez que fue un problema importante fue cuando el juego me arrojó tantos zombis a la vez, tan rápido, que nuevamente lo tomé como una promesa de que el juego quería que siguiera la historia habiendo perdido al menos algunos personajes. Pero en ese sentido siempre me sentí indiferente desde el punto de vista narrativo.
La historia no caracteriza a nadie mucho más allá de esa genial introducción o los chistes cursis antes mencionados, por lo que cuando perdía un personaje, su único efecto práctico era hacerme preocuparme por lo que sucedería cuando los perdiera a todos.
Al final, hice que los mataran a todos a propósito para ver qué pasaba, solo para encontrarme con una pantalla de «continuar» estilo arcade, que continuó justo donde lo dejé y actualizó por completo mi lista de personajes jugables. Esto se convirtió en un enigma de diseño aún más desconcertante para mí. ¿Por qué amenazar con la pérdida de personajes y, además, por qué aparentemente incluir algunas muertes en el juego si no sucede nada una vez que se han ido?
Una vez más, esto hizo que YWDHT pareciera una colección de ideas dispares de juegos de terror, algunas de las cuales pueden haber funcionado mejor de forma aislada, algo modificadas o excluyendo otras ideas conflictivas. Pero en su totalidad, tal como están aquí, simplemente no encajan.
Si bien los acertijos a veces encajaron y la historia tuvo al menos ese primer punto brillante, los aspectos audiovisuales del juego solo son tensos. El juego busca una estética retro, pero lo hace fielmente sólo en el sentido de que es granulado y monótono. No hay un uso fuerte de sombras, solo áreas iluminadas y no iluminadas, a las últimas no se puede ingresar de todos modos.
Muchos lugares dentro del vasto entorno parecido a un castillo son una monstruosidad. Es difícil imaginar un juego que persiga la nostalgia de los juegos de terror de finales de los 90 sin incluir una banda sonora memorable, pero ese es el caso aquí. Sorprendentemente, la música casi no interviene, y cosas como los gruñidos de los monstruos y el audio ambiental no hacen mucho para completar una escena.
El juego es breve y pulido, por lo que creo que es posible que alguien a quien le gusten los juegos que You Will Die Here Tonight está criticando afectuosamente pueda disfrutarlo también, pero probablemente solo si realmente tiene ganas de jugar a algo más. No faltan juegos que resucitan este estilo y muchos de ellos han sido memorables.
Otros han sido peores, pero al menos algunos han sido interesantes por sus defectos. El problema general de Morirás aquí esta noche es que la muerte a la que alude el título puede atribuirse al aburrimiento.
